A veces olvidamos lo bueno de nuestras culturas, es lo que tiene la globalización mental, de la que todos somos víctimas. Las ciudades, las prisas y el estrés, nos hacen olvidar nuestras esencias, mediterráneas, latinas y, en definitiva, únicas.Y han tenidos que ser los anglosajones, esos que han impuesto a nivel global el trabajo como religión (a pesar de los avances tecnológicos que nos deberían hacer una vida mejor), los que digan que la siesta es buena (con otro nombre, eso sí), que una copa de vino es saludable o que la lentitud es más eficiente para todo. Este modesto blog quiere intentar buscar y discutir sobre ese equilibrio vital que nos ayude a disfrutar mejor de la vida.
Como aperitivo, un enlace a un artículo del suplemento dominical de El País que habla de muchas cosas, pero principalmente de que para tener calidad de vida, no es necesario poseer más, sino disfrutar más de todos los momentos, o algo parecido a eso (cada cual que se lo aplique como quiera).

El triunfo de la lentitud