martes, mayo 22, 2007

Bicicletas todo el año


Montar en bici sin peligro de que ningún vehículo de arrolle es uno de los máximos placeres de la vida. Está claro que no hay nada mejor que pasear, pero la velocidad de la bicicleta, aparte de ayudarnos a recorrer grandes distancias, nos provoca una sensación perfecta de velocidad y demás sensaciones que nunca podríamos sentir en un transporte con motor (el ruido que éste provoca asumimos que nunca es agradable y no mola).
Y todo ello sin olvidarnos del ejercicio y de la agradable sensación que tenemos después del esfuerzo, que siempre es bueno (lo mismo que sudar).
Ciudades como Madrid, con sus simbólicos y escasos esfuerzos de construcción de carriles-bici se está quedando atrás con respecto, no solo a Europa, sino también a ciudades españolas como Barcelona, Vitoria o San Sebastián, además de ir por detrás de las necesidades de seguridad que cientos de nuevos ciclistas urbanos deben exigir, además de evitar molestar a coches y peatones que ya tienen su espacio.

màc